Cherreads

Chapter 22 - Capítulo 21: Universo simulado

La puerta de la oficina de Herta se deslizó con un suave zumbido.

El diseño del lugar era exactamente lo que Aleph esperaba de Herta: funcional, sin decoraciones innecesarias, y con una sensación de que todo estaba allí solo para su conveniencia personal.

Al fondo, en un sillón reclinable, la propia Herta descansaba con una expresión de aburrimiento absoluto, mientras hacía girar un modelo en miniatura de sí misma entre sus dedos.

"Llegaron." Murmuró sin siquiera molestarse en mirarlos.

Stelle cruzó los brazos y se apoyó contra la pared.

"Herta, ya sabes por qué estamos aquí."

La científica bostezó y finalmente alzó la vista.

"Sí, sí. El Universo Simulado. Blah, blah, blah."

Aleph levantó una ceja.

"Ese nivel de entusiasmo es impresionante."

Herta ignoró su comentario y señaló la máquina en el centro de la habitación.

Una estructura circular brillando en púrpura que parecía más un portal que otra cosa.

Aleph no pudo evitar pensar.

"¿Esto de verdad es seguro? No me volveré un vegetal si me va mal allí ¿Verdad?"

"Esta es la interfaz principal del Universo Simulado." Explicó con voz monótona. "Un experimento diseñado para descifrar los secretos de los Aeones, permitiéndonos interactuar con sus versiones en la simulación y analizar su comportamiento."

Aleph observó la máquina con interés.

"¿Así que básicamente es un campo de pruebas para estudiar a los Aeones sin que te destruyan en el proceso?"

Herta lo miró y asintió lentamente.

"Exactamente. O bueno, ese es el objetivo… Pero la verdad es que también es una excelente herramienta para medir habilidades de combate y probar diferentes estrategias."

Stelle asintió.

"Por eso Herta me extendió una oferta para probarlo, por lo que fui su usuario durante las verdiones beta. Y como parte del experimento, me dieron la identidad de Akivili, el Aeon Trazacaminos, dentro de la simulación."

Aleph parpadeó y la miró.

"¿En serio? ¿Tienes una identidad personalizada?"

Herta asintió.

"Obviamente. Facilita la interacción con la simulación. Para estudiar a los Aeones, necesitamos tener un punto de referencia dentro del sistema. Y con una identidad "familiar" podría ser más fácil para los Aeones mostrarse ante ella, aunque ciertamente a veces hay cosas un tanto... Imprevistas."

Aleph miro a Stelle con curiosidad.

"Nanook me destruyó a penas me vió."

Aleph pareció sorprendido, pero luego sonrió.

"Suena fuerte ¡Quiero probarlo! ¿Cuál es mi identidad?"

El silencio en la sala fue inmediato.

Herta lo miró como si acabara de decir algo estúpido.

"… ¿Qué?"

Aleph ladeó la cabeza.

"Digo, si Stelle tiene la identidad de un Aeon dentro de la simulación, ¿yo qué tengo?"

Herta entrecerró los ojos y apoyó la cabeza en una mano.

"¿Tienes idea de lo mucho que me molestaría preparar algo así de la nada para un idiota que apareció de improviso sin avisar?"

Aleph abrió la boca para responder… pero se detuvo.

La lógica de Herta era innegable.

"… Ah. Sí. Tiene sentido."

Stelle soltó un leve suspiro mientras Aleph rascaba la parte trasera de su cabeza, avergonzado.

"Si, lo siento. Fue una pregunta estúpida."

Herta asintió sin darle mucha importancia.

"Es bueno que lo reconozcas."

Aleph se cruzó de brazos y giró la cabeza con molestia.

"Solo ponme en la simulación."

Herta se encogió de hombros.

"Como sea."

Presionó unos botones en la interfaz flotante y las pantallas comenzaron a parpadear.

"El Mundo 3 está disponible. Es un escenario basado en sus recuerdos de Jarillo-Vi (Belobog), los enemigos tal vez les resulten familiares, esto se debe a que sus datos serán tomados y a partir de estos se formaran los enemigos."

Aleph rodó los ojos, juego increíble, explicación confusa.

"¿Qué sigue? ¿Un cameo de Cocolia?"

Herta ignoró su comentario y activó el sistema.

"Prepárense."

La máquina comenzó a brillar y un círculo de luz envolvió a Aleph y Stelle.

Aleph sintió un leve mareo cuando su cuerpo fue absorbido por la simulación, y lo último que escuchó antes de que todo se volviera blanco fue la voz indiferente de Herta.

"No mueran. Sería un fastidio reiniciar los datos."

Luego, el mundo cambió.

***********

Cuando la luz de la simulación se disipó, Aleph y Stelle se encontraron en medio de una ciudad sumida en el frío.

El cielo estaba cubierto de nubes grises, y la nieve caía suavemente sobre los edificios altos y desgastados. Las calles estaban desiertas, excepto por algunas figuras mecánicas que patrullaban a la distancia.

Aleph exhaló, viendo cómo su aliento se condensaba en el aire helado.

"Definitivamente es Belobog."

Stelle miró a su alrededor con los brazos cruzados.

"La simulación es bastante precisa."

Aleph se inclinó hacia adelante y pateó un poco de nieve, viéndola dispersarse.

"Casi se siente real."

[De hecho, Maestro, la simulación tiene un nivel de realismo increíble. No solo imita las condiciones físicas de Belobog, sino que incluso replica las sensaciones físicas con precisión.]

"Entonces si me golpean, dolerá de verdad."

[Correcto.]

Chasqueó la lengua.

"Fantástico."

[Por cierto, se han desbloqueado nuevas Apps ¿Desea revisarlas?]

Aleph asintió lentamente.

[Ganancia Virtual I.]

[Precio: 40 Puntos App.]

[Descripción: Los niveles y experiencia obtenidos en el universo simulado se conservarán parcialmente al regresar al mundo real. Ejemplo: Si gana dos niveles en el Universo simulado al regresar tendrá un nivel extra, pero recibirá solo tres puntos de estado y 0 puntos App, si gana un nivel cuando regrese tendrá la mitad de la Exp necesaria para subir de nivel.]

[Ganancia Virtual II.]

[Precio: 80 Puntos App.]

[Mejora de control energético I.]

[Precio: 90 Puntos App.]

...

Aleph soltó un gemido molesto al ver tantas apps útiles pero como los puntos necesarios para comprar eran cada vez más locos.

Stelle sacó su bate y lo apoyó sobre su hombro.

"Deja de quejarte. No viniste aquí a relajarte."

Aleph giró los ojos e hizo su bate de hielo.

"Sí, sí. Pero antes de que empecemos a partirle la cara a alguien, dime ¿cuál es nuestro objetivo aquí?"

Antes de que Stelle pudiera responder, una voz resonó en el aire.

Era la voz monótona de Herta, transmitida desde la simulación.

["Tsk. ¿No les expliqué ya?"]

Aleph miró hacia arriba con una mueca.

"¿Ahora puedes hablarnos desde aquí?"

["Soy un genio. ¿Esperabas que no pudiera?"]

Aleph suspiró.

"Por supuesto."

Herta continuó, ignorándolo.

["La simulación está programada con varios escenarios posibles. El objetivo de este mundo es simple: sobrevive y avanza hasta la ubicación final donde deberás derrotar al jefe de este mundo"]

Stelle asintió.

"Así que solo tenemos que abrirnos paso."

Aleph sonrió.

"Eso suena fácil."

En cuanto dijo eso, un sonido metálico retumbó en la distancia.

Ambos se giraron rápidamente y vieron varias figuras moviéndose entre la nieve.

Robots.

Grandes, pesados y con ojos rojos brillantes.

Aleph reconoció los diseños al instante.

"Robots de Svarog."

Pero antes de que pudieran prepararse para la batalla, una segunda oleada de figuras apareció.

Esta vez, no eran máquinas.

Eran humanoides vestidos con armaduras negras y blancas, incluso había uno con toques verdes que parecía un centauro.

Aleph entrecerró los ojos.

"Debemos estar haciéndonos populares si tantos llegan solo para recibirnos, Stelle."

Stelle giró su bate con una expresión bastante tranquila.

"Es natural, tratándose de mi y mi leal patiño ¿Por que no vendrían a recibirnos?"

"¡Oye, a quien le dices patiño!"

Herta habló de nuevo.

["Correcto. Esta simulación no sigue las reglas del mundo real. Aquí pueden encontrarse combinaciones que nunca verían en la realidad."]

Aleph chasqueó la lengua.

"Genial. Me encantan las cosas sin sentido. ¿Que sigue, un enemigo hecho a base de la creación más malvada de la humanidad, la pizza con piña?"

Los enemigos comenzaron a moverse, avanzando en su dirección.

Aleph exhaló y apretó su bate.

"Bueno… al menos esto servirá de calentamiento."

Stelle lo miro y sonrió levemente.

"Veamos si puedes acertar más golpes que disparos."

Aleph le lanzó una mirada afilada.

"Ja, ja. Muy graciosa."

Los enemigos los rodearon.

"Que comience la fiesta..."

El sonido del metal chocando contra el suelo resonó en el aire cuando el primer robot se acercó con pasos pesados.

A su lado, los miembros de la Legión Anti-Materia avanzaban con armas listas, formando un círculo alrededor de Aleph y Stelle.

Aleph giró su bate, sintiendo el frío de su poder recorrer su cuerpo.

Una sonrisa se abrió pasó en su rostro mientras sentía la emoción llenarlo por completo. En este punto ya no le importaba si era o no un maníaco de la batalla.

Lo único que importaba es que... ¡Golpear cosas es divertido y si pueden moverse o devolver el golpe todavía mejor!

Stelle se inclinó levemente hacia adelante, lista para moverse en cualquier dirección.

"Entonces, ¿cómo quieres hacer esto?" Preguntó Aleph sin apartar la vista de los enemigos.

Stelle hizo girar su bate sobre su hombro.

"Dividimos y golpeamos todo lo que se mueva."

Aleph asintió, el podía estar completamente de acuerdo con ese plan.

"Me gusta cómo piensas."

El primer robot cargó hacia ellos, su brazo metálico levantándose para lanzar un golpe aplastante.

Stelle reaccionó al instante.

Saltó hacia un lado y, con un giro rápido, golpeó la pierna del robot.

El impacto fue suficiente para hacerlo tambalearse, pero no para derribarlo.

Aprovechando la apertura, Aleph activó Bufula y golpeó el suelo con su bate.

Una explosión de hielo envolvió al robot, congelando sus articulaciones por un breve momento.

Aprovechó la oportunidad y saltó, lanzando un golpe descendente con toda su fuerza.

El bate impactó con un crujido, destrozando parte del torso del robot y enviándolo al suelo con un golpe seco.

Antes de que pudiera celebrar, un miembro de la Legión Anti-Materia apareció por su costado, lanzando un Corte directo con la cuchilla unida a su brazo.

Aleph giró su bate para bloquear el golpe, pero el impacto lo hizo retroceder.

Chasqueó la lengua.

"Malditos sean, sí que son rápidos."

[Maestro ¿No cree que sería un buen oportunidad para experimentar mas con los usos de Bufula y Zio que pelear como acostumbra? También podría intentar usar a Ebony & Ivory para tratar de mejorar su tiro.]

Aleph giró los ojos.

"Sí, sí, lo tengo en cuenta."

Stelle, por su parte, estaba destrozando enemigos con bastante rapidez.

Con cada movimiento de su bate, los miembros y robots caían uno tras otro.

Aleph la observó por un momento antes de soltar una risa ligera.

"¿Siempre eres así de brutal?"

Stelle se encogió de hombros mientras derribaba a otro enemigo.

"No me gusta perder el tiempo."

Aleph resopló.

"Bien, entonces probemos algo diferente."

Se alejó unos pasos, sacó a Ebony & Ivory y apuntó a los miembros restantes.

El agarre de las armas aún se sentía incómodo, pero ignoró la sensación y apretó el gatillo.

¡BANG!

La primera bala pasó de largo.

¡BANG!

La segunda golpeó la armadura de un soldado, pero no lo derribó.

Aleph chasqueó la lengua.

"Maldición, esto es más difícil de lo que pensé."

Stelle giró los ojos mientras golpeaba con su bate a otro miembro.

"Tal vez si practicaras más y fallaras menos, ayudaría."

Aleph suspiró.

"Sabes, tus comentarios sarcásticos realmente no ayudan. Son como 7 de Marzo cuando sugirió que todos deberíamos tener uniformes iguales ¿Lo recuerdas?"

Antes de que Stelle pudiera responder, Herta intervino desde la simulación.

["Qué desastre. Debería haber hecho que se enfrentaran a algo más difícil."]

Aleph resopló.

"Sí, bueno, tal vez deberias haber enviado más hordas en lugar o un mid boss en lugar de enviar puros enemigos genéricos."

Herta bostezó.

["Ah, sí, claro. ¿Quieres que también te dé un café y una almohada?"]

Aleph chasqueo la lengua.

"Por el amor de—¡Olvídalo! Solo observa."

Guardó sus pistolas, apretó el bate con fuerza y activó Mabufula.

El aire a su alrededor se volvió gélido cuando el hielo se extendió sobre el suelo, atrapando a varios enemigos en su radio de acción.

Aprovechando la parálisis momentánea, Aleph y Stelle atacaron simultáneamente.

Stelle se lanzó contra los miembros de la Legión anti-materia congelados y los destruyó con una serie de golpes rápidos.

Aleph, por su parte, apuntó a los robots restantes.

"Vamos, lo tengo en la sangre, disparar armas no debería ser tan difícil. Funcionen de una maldita vez."

Apretó el gatillo.

Esta vez, las balas impactaron en los puntos vulnerables de los enemigos, destrozando sus núcleos de energía.

Aleph sonrió.

"¡Al fin!"

Herta chasqueó la lengua.

["Sí, sí. No está mal, pero no te emociones demasiado."]

[Felicidades, Maestro. A este ritmo, solo necesitará unos 500 intentos más para volverse un tirador decente.]

Stelle golpeó al último con un movimiento limpio, enviándolo al suelo.

El campo de batalla quedó en silencio.

Aleph dejó escapar un suspiro guardo las pistolas y apoyó su bate en el suelo.

"Bueno… eso fue un buen calentamiento."

Stelle le lanzó una mirada aburrida mientras buscaba objetos entre los cuerpos destrozados que empezaban a desvanecerse.

"Eso fue un calentamiento, lo que viene será mucho peor."

Aleph sonrió con diversión.

"Que empiece el verdadero juego, entonces."

Ya le estaba gustando este lugar.

.....

La simulación no les dio mucho tiempo para respirar.

Apenas los últimos ecos de la batalla se disiparon, el suelo bajo sus pies comenzó a vibrar.

Aleph frunció el ceño.

"Eso no es un buen signo."

Stelle giró su bate con calma.

"Nunca lo es."

Las luces de la simulación parpadearon, y un fuerte estruendo metálico resonó en el aire cuando una enorme puerta de acero se abrió lentamente frente a ellos.

El aire se llenó con un zumbido bajo y pesado, como el de una máquina cobrando vida.

Y entonces lo vieron.

Desde la oscuridad, una figura masiva emergió.

Un coloso mecánico, con un diseño similar a los robots de Svarog, pero mucho más grande y reforzado.

Sus ojos brillaban con un rojo intenso, y su cuerpo estaba recubierto de placas de metal negro con inscripciones de la Legión Anti-Materia grabadas en su superficie. Tenía seis brazos y gigantescas armas de hielo.

En su pecho, un núcleo de energía palpitaba con una intensidad alarmante.

Stelle se giro a mirar a Aleph.

"Mi imaginación es un poco salvaje... " Comentó mientras se rascaba la nuca.

Aleph dejó escapar un suspiro profundo.

Herta intervino, su tono lleno de diversión.

["Ah, sí, olvidé mencionar eso. Esta simulación tiene un jefe final."]

Aleph cerró los ojos un momento.

"Dios, dame paciencia…"

Stelle, en cambio, pareció emocionarse.

"Entonces esto se pondrá interesante."

El Guardián de la Legión se movió con una velocidad sorprendente para su tamaño.

Levantó uno de sus brazos gigantescos y lo estrelló contra el suelo con un boom ensordecedor.

La onda expansiva obligó a Aleph y Stelle a saltar hacia atrás para evitar ser aplastados.

Aleph aterrizó con facilidad y apretó el agarre de su bate.

"Bien, parece que esto sí será una pelea de verdad."

Stelle asintió, posicionándose lista para atacar.

"Vamos a romperlo."

Stelle fue la primera en moverse.

Corrió a toda velocidad, esquivando los escombros y balanceando su bate con fuerza contra una de las piernas del Guardián.

El impacto hizo temblar el metal, pero apenas logró abollar la armadura.

El coloso reaccionó de inmediato.

Uno de sus brazos mecánicos descendió como un martillo, intentando aplastarla.

Stelle saltó hacia un lado, esquivando por centímetros.

Aleph, por su parte, canalizó Bufula en su bate.

El arma se cubrió de una gruesa capa de escarcha, y con un movimiento rápido, golpeó una de las articulaciones del Guardián.

El hielo se extendió por la superficie metálica, ralentizando el movimiento del enemigo.

Inmediatamente después soltó un Zio sobre el área congelada y las demás aprovechando para aumentar el daño.

El Guardián de la Legión rugió, liberando una oleada de energía que derritió parte del hielo y empujó a Aleph hacia atrás.

Stelle frunció el ceño.

"Necesitamos otra estrategia."

Aleph aterrizó con un deslizamiento controlado y cambió rápidamente de táctica.

Sacó a Ebony & Ivory y apuntó al núcleo de energía del Guardián.

"Veamos qué tan resistente eres a esto."

Apretó el gatillo, de Ebony escapo una bala helada y de Ivory una eléctrica.

¡BANG! ¡BANG!

Las balas no lograron impactar en el núcleo del coloso, pero el escudo de energía que lo protegía no logró absorver la mayor parte del daño.

Aleph chasqueó la lengua.

"Genial. También tiene defensa contra proyectiles."

Stelle lo miró de reojo.

"¿Qué sigue?"

Aleph inhaló profundamente, analizando la situación.

"Si esto sigue la lógica de los videojuegos, entonces tiene que haber una fuente de energía cerca… O un enorme punto débil ridículamente expuesto."

Aleph sonrió.

"Perfecto."

Se giró hacia Stelle.

"Escucha, necesito que lo distraigas. Voy a intentar acercarme a su espalda."

Stelle asintió sin dudar.

"Entendido."

Aleph guardó sus pistolas y corrió hacia un costado, buscando un ángulo para flanquear al enemigo.

Mientras tanto, Stelle aumentó la presión.

Se lanzó contra el Guardián con ataques rápidos y certeros, golpeando repetidamente sus extremidades.

El coloso, molesto, intentó aplastarla con sus brazos mecánicos, pero Stelle se movía demasiado rápido para ser alcanzada.

Aleph aprovechó la distracción.

Dando un salto e impulsado por una plataforma de hielo hecha con Bufula, aterrizó en la parte trasera del Guardián.

Allí, justo como había pensado, encontró un cosa brillante de color rojo.

Sin perder tiempo, activó Zio y golpeó la zona con una descarga eléctrica.

Las chispas iluminaron la simulación cuando la electricidad recorrió el cuerpo del Guardián.

El coloso rugió de dolor, su núcleo de energía parpadeando con inestabilidad.

Herta dejó escapar un "Oh, interesante." mientras miraba.

Aleph gritó.

"¡Stelle, ahora!"

Sin dudar, Stelle saltó y descargó un golpe directo con toda su fuerza en el núcleo debilitado.

El impacto destrozó la barrera de energía, y el Guardián cayó de rodillas.

Aleph aterrizó frente a él, con una sonrisa de satisfacción.

"Adivina qué, amigo."

Levantó su bate, ahora cubierto de una mezcla de hielo y electricidad.

"Te acabas de quedar sin defensas."

Con un último golpe, Aleph y Stelle terminaron la pelea.

El Guardián se desplomó con un estruendo metálico, y su núcleo explotó en una lluvia de datos simulados.

El silencio llenó la simulación por un momento.

Luego, una notificación apareció ante ellos.

[Objetivo completado. Primer tramo de la simulación completado.]

Herta chascó la lengua.

["Tsk… Sobrevivieron. Pensé que darían un mejor espectáculo."]

Aleph se giró, arqueando una ceja.

"¿Acaso querías que perdiéramos?"

Herta se encogió de hombros.

["No, pero tampoco esperaba que lo hicieran tan rápido. Bueno, supongo que no estuvo tan mal."]

Stelle miró a Aleph.

"¿Qué te pareció?"

Aleph sonrió.

"Fue divertido. Tal vez valió la pena después de todo."

.....

La simulación se desvaneció gradualmente. El mundo digital de Belobog se convirtió en un remolino de luces y datos antes de colapsar en una nada blanca.

Un parpadeo después, Aleph y Stelle se encontraron de vuelta en la oficina de Herta.

Aleph respiró hondo, sintiendo el cambio repentino entre el entorno virtual y la realidad.

Su cuerpo aún tenía la adrenalina del combate, pero su mente ya estaba procesando lo ocurrido.

Honestamente, no se había divertido tanto en mucho tiempo ¿Y cuanto tomo?

Según el reloj colgado en la pared al rededor de 40-50 minutos, casi una hora.

Stelle se estiró ligeramente, girando su cuello con un leve crujido.

"Eso estuvo bien."

Herta, recostada en su sillón, los miró con una expresión de aburrimiento mezclado con leve curiosidad.

"Bueno, no esperaba que fueran tan eficientes. Supongo que al menos tienen algo de utilidad. Aunque por otro lado ese primer tramo había sido diseñado para un sola persona así que se podría decir que tiene sentido que tardarán menos de lo esperado."

Aleph giró los ojos.

"Qué gran cumplido. Voy a llorar de la emoción."

Herta ignoró su sarcasmo.

Stelle miró a Aleph.

"¿Qué te pareció?"

Aleph cruzó los brazos, reflexionando por un momento.

Dejó escapar un resoplido y sonrió levemente.

"No estuvo mal."

Herta alzó una ceja.

"¿Eso es todo?"

Aleph la miró.

"Supongo que podría decir que el Universo Simulado es increíble."

Herta chasqueó los dedos.

"Exactamente. La cantidad de datos que se pueden analizar aquí es infinita, y los posibles escenarios pueden replicar incluso los peores eventos imaginables. En cierto sentido, es el campo de pruebas perfecto."

Aleph asintió lentamente.

"Entonces creo que vendré más seguido."

Stelle lo miró con aprobación, ahora con un acompañante sería mejor, las bots compañeros no estaban mal, pero eran terribles.

"Bien."

Herta, en cambio, sonrió de forma más traviesa.

"Eso significa que entonces puedo asignarte experimentos más complicados en el futuro. Después de todo, no creo que esperes que te permita usarlo de forma gratuita ¿verdad?"

Aleph sintió un escalofrío.

"...Voy a arrepentirme de esto, ¿verdad?"

[Probablemente.]

Antes de que Aleph pudiera responder, Burroughs intervino.

[Maestro, he analizado su desempeño en la simulación. Ha incrementado ligeramente su capacidad de reacción. También se ha acostumbrado un poco más a usar Ebony & Ivory, aunque su puntería sigue siendo en el mejor de los casos cuestionable.]

Aleph suspiró.

"Sí, sí. Lo sé."

Burroughs continuó.

[Sin embargo, se ha demostrado que el Universo Simulado es un entorno perfecto para entrenar el uso de sus habilidades y equipos, además de que puede ayudarle a aumentar su fuerza bastante rápido.]

"Entonces, ¿terminamos por hoy?"

Herta flotó en su silla y suspiró.

"Sí, sí. Ya vayan a hacer lo que quieran. Tengo cosas más interesantes que analizar."

Aleph y Stelle se dirigieron hacia la salida.

Antes de cruzar la puerta, Aleph miró hacia atrás.

La máquina del Universo Simulado parpadeaba con una luz tenue.

Y no pudo evitar preguntarse algo.

Durante la pelea sintió que algo los observaba.

Algo diferente a Herta ¿Habra sido solo su imaginación u algo más?

"Vamos."

Con eso, dejó la habitación junto a Stelle.

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Estas son las estadísticas actuales de Aleph, (No las muestro seguido y baje la presencia del sistema por que pensé que les sería molesto de mirar):

[Nivel: 26] (Al final de la batalla con Cocolia quedo en nivel 20, Zero le dio un nivel, el resto se consiguió matando bichos y al rey de los bichos)

[Fu: 41]

[Vi: 48]

[Ma: 60]

[Ag: 40]

[Su: 11]

Habilidades actuales:

Bufula (Potenciado por energía de Stellaron su capacidad a sido aumentada al nivel de un Bufudyne)

Mabufula (Potencia igual a un Mabufudyne)

Zio (Potencia al nivel entre Zionga - Ziodyne)

Mazio (Potencia al nivel entre Mazionga - Maziodyne)

Ilusionista (Magia que obtuvo de una esencia de 4 estrellas perteneciente a Loki):

Aleph tiene un bajo dominio de esta magia puesto que por solo ser una esencia de 4 estrellas no contiene el conocimiento completo. Y como solo tiene conocimiento y la experiencia mínima para que sea funcional aún no a explotado todo su potencial después de todo… La magia de ilusiones del Dios de las mentiras y el engaño no sería nada simple ¿Verdad?

Enjambre del Señor de las Moscas (Esencia de 5 estrellas perteneciente a Belzebub):

Aleph obtiene la capacidad de invocar un enjambre de moscas demoníacas, que funcionan como extensiones de su poder.

Efectos:

Drenar energía del enemigo y transferírsela a Aleph de forma temporal, no puede conservar la energía y solo puede usarla apenas la obtiene.

Reducir resistencias de los oponentes si son expuestos al enjambre por mucho tiempo.

Actuar como pseudo-clones que atacan de manera independiente.

As Estelar (Habilidad definitiva del Trazacaminos original, Aleph requiere un Bate y usar la energía del Stellaron para manifestarla mientras usa el poder de la via de Destrucción. Recubre su Bate con energía pura haciendo que este brille y suelte chispas doradas y azules, al usarlo su poder de ataque se quintuplica solo durante el primer golpe.)

Aleph aún no cuenta con una habilidad definitiva de su vía Nihilidad.

Equipos/Armas actualmente en su posesión:

[Demonica Black]

Un traje avanzado diseñado para explorar entornos hostiles y combatir amenazas desconocidas. Su estructura está reforzada con una aleación resistente, mientras que su sistema interno mejora las capacidades físicas y energéticas del usuario.

[Efectos del Conjunto]

[Casco: +10% Resistencia a Efectos de Estado.]

[Peto: +15% Defensa y reducción de daño elemental.]

[Guanteletes: +10% Daño por habilidades.]

[Botas: +5% Velocidad y Evasión.]

[Conjunto Completo: Efecto Especial → Supresión Dimensional: Aumenta la resistencia a la corrupción del Fragmentum y otorga inmunidad a controles de enemigos mecánicos.]

Resistencias: Hielo (+30%), Viento (+10%), Cuántico (+10%)

Debilidad: Físico (-10%), Fuego (-10%)

[Ebony & Ivory – Descripción]

Ebony y Ivory son las pistolas semi-automáticas personalizadas de Dante Sparda, diseñadas para disparar rápidamente balas cargadas de poder demoníaco, capaces de realizar disparos cargados.

Esta versión puede crear balas usando la energía de Aleph (Sus hechizos) y crear efectos a través de ellos.

Bufula + Ebony & Ivory = Balas que producen congelación y daño por hielo.

Zio + Ebony & Ivory = Balas eléctricas que pueden causar daño por electricidad o producir parálisis.

Si usa las versiones Ma (Bufula o Zio) para crear balas el daño pasara a ser daño de área pero reduce la probabilidad de causar estados.

También puede cargar la energía de su Stellaron y dispararla como una bala de energía altamente destructiva.

Estadísticas HSR (No se que tan preciso sea, por curiosidad pase las Stats de Aleph por Chatgpt y pregunte cómo sería si se las pasará a las estadísticas de Star Rail y este es el resultado):

Estadísticas de Aleph en HSR (Conversión Aproximada basada en sus estadísticas de SMT)

-HP: 3500

-DEF: 700

-ATQ Físico: 900 - 1000

-ATQ Elemental: 1400 - 1550 (Enfocado en Hielo y Rayo)

-Velocidad: 108

-Tasa de Crítico: 1.5%

-Probabilidad de Efectos de Estado: Media

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Omake: Mei, la imbatible - Parte 1

Acto1:ElAsedio.

La historia de las grandes conquistas siempre comienza con un plan. Un plan maestro, meticuloso y ejecutado con precisión inhumana.

Y Mei… Mei tenía un plan.

Un plan que había elaborado luego de una noche de insomnio y de considerar cual de sus objetivos debería atacar primero.

Así nació su primer Plan "Atún"

Objetivo: Conquistar a Kiana Kaslana y a Aleph Avesta.

Método: A través de los tres pilares de la seducción: comida, momentos románticos y fanservice "accidental".

El campo de batalla estaba listo.

La cocina de la base de St. Freya se convirtió en su fortaleza personal. Mei había pasado horas preparando el banquete definitivo, un despliegue de delicias capaz de doblegar la voluntad de cualquier ser viviente.

Un katsudon tan crujiente que podría hacer llorar a un samurái.

Un ramen con un caldo tan perfecto que hasta los dioses lo envidiarían.

Una tarta de fresa tan dulce que podía curar corazones rotos.

Todo para Kiana.

....

La primera fase del plan iniciaba.

Cuando Kiana entró en la cocina con su sonrisa radiante y ojos llenos de energía, Mei sintió que su momento había llegado.

"¡Mei! ¡Eso huele delicioso!"

La estratega del trueno asintió con calma, proyectando una imagen de perfecta serenidad con nada más que una suave sonrisa adornando su rostro.

"Lo preparé especialmente para ti, Kiana. Ven, siéntate. Quiero verte disfrutarlo."

Kiana, sin sospechar nada, se sentó felizmente y atacó la comida como un animal salvaje que había pasado días sin poder obtener alimento.

Mei, con una sonrisa encantadora, apoyó su mejilla en su mano y esperó el momento perfecto.

El momento en el que Kiana, conmovida por el esfuerzo, la miraría con ojos brillantes y diría:

"Mei, eres increíble. No puedo imaginar mi vida sin ti."

Y entonces…

"¡Mei, eres increíble!"

Mei sonrió con satisfacción.

¡El plan estaba funcionando!

Pero entonces…

"No puedo imaginar mi vida sin ti…"

¡Sí, SÍ, SÍ!

"Porque eres la mejor Mei-Mamá del mundo."

Silencio.

Mei sintió su corazón detenerse por unos cortos segundos.

Kiana, completamente ajena a la tragedia que acababa de desatar, abrazó a Mei con fuerza y frotó su rostro contra su hombro.

"Eres la mejor, Mamá Mei. ¡Siempre me das comida rica y me cuidas! ¡Eres la Mamá número uno!"

Las esperanzas y sueños de Mei se rompieron en mil pedazos.

Esta no era la reacción que esperaba.

Su imagen mental de femme fatale seductora acababa de ser destruida y reducida a la de una mamá adorable que daba comida.

Como... ¡¿Como acabó así?!

Mei se quedó en blanco. Su mente, antes tan brillante y estratégica, se apagó.

"Ah… sí… claro…"

"¡Gracias, Mamá Mei!"

Y con un último abrazo, Kiana salió corriendo, completamente feliz.

Mei, en completo shock, se dejó caer sobre la mesa.

Completamente derrotada en solo unos minutos.

***********

Acto 2:TomaalDemonioporloscuernos

Si el Plan Kiana había fracasado miserablemente, el Plan Aleph tenía que triunfar.

Mei se había tomado su tiempo para analizarlo. Si bien Kiana era inocente y despreocupada, Aleph era otra historia.

Físicamente imponente, pero amable y algo bobo (por alguna razón, eso lo hacía más atractivo).

Cero sentido del peligro (y eso lo hacía exasperante).

Carismático de una forma rara (aunque él no parecía tener ni idea de eso).

Denso. MUY denso.

Esto último era la clave.

Mei entendía que Aleph no captaría insinuaciones sutiles. Tendría que ser directa.

Su plan era bastante simple.

1. Invitarlo a una "cita amistosa".

2. Usar su encanto femenino para que él la viera de otra manera.

3. Lograr que la vea como una mujer, no como una conocida más.

...

Mei encontró a Aleph en el patio de la academia, entrenando con sus puños cubiertos de hielo.

En ese momento, estaba peleando contra un árbol.

Literalmente.

"¡Muere, maldito roble! ¡Tu madera servirá para mi futuro bate legendario!"

El árbol, claramente inocente, no tuvo comentarios al respecto.

Mei suspiró.

"Sí, este hombre necesita una mujer que lo enderece… y yo seré esa mujer."

Con confianza, se acercó y sonrió.

"Aleph, ¿tienes planes esta noche?"

Aleph detuvo su ataque al árbol y la miró con curiosidad.

"¿Huh? ¿Planes para qué?"

"Bueno, pensé que podríamos… salir juntos."

Aleph parpadeó.

Y entonces, con una mirada de sorpresa y emoción pura.

"¡¿Quieres que entrenemos juntos?!"

Mei sintió que su alma se partía un poco.

"No, Aleph, me refiero a—"

Pero él ya estaba emocionado.

"¡Eso suena genial! ¡No sabía que querías mejorar en combate! Pensé que solo peleabas con espadas, pero si quieres aprender lucha cuerpo a cuerpo, puedo enseñarte. ¡Aunque te advierto que mis entrenamientos son extremos!"

"¿Qué? ¿Qué? ¿QUÉ?!"

Antes de que Mei pudiera corregirlo, Aleph la tomó de la muñeca y la llevó corriendo al campo de entrenamiento.

Mei sentía que algo estaba terriblemente mal.

"¿Por qué me llevas al dojo?"

"¡Porque si quieres entrenar conmigo, lo haremos a lo grande! ¡No te preocupes, empezaré suave! Solo haré que corras 50 vueltas, esquives 200 golpes y bloquees 10 de mis ataques al 80% de mi poder."

Mei palideció, había que recordar que vio al imbécil derribar Bestias simplemente de una bofetada casual.

"Aleph… espera, no—"

"¡No te preocupes! ¡Si sobrevives, tal vez te enseñe mi legendaria técnica secreta!"

"¡¿De qué estás hablando?!"

Y así, sin que Mei pudiera negarse, Aleph la sometió al infierno en la Tierra.

Primera hora: Mei estaba jadeando en el suelo después de las 50 vueltas mientras Aleph... Y extrañamente Kiana, la perseguían con un disfraz de payaso para ponerle si es que era atrapada.

Segunda hora: Mei esquivó 10 golpes… de los 200.

Tercera hora: Mei bloqueó un golpe. Aleph lo celebró como si fuera un gran avance.

Cuarta hora: Mei estaba tirada en el suelo, sin alma.

Aleph la miró con orgullo.

"¡Wow, Mei! ¡No esperaba que resistieras tanto! ¡Eres más fuerte de lo que pensé!"

Mei, con el rostro pegado al suelo, sintió que su espíritu abandonaba su cuerpo.

"¿Por qué…? ¿Por qué todo me sale mal?"

"¡Bien, continuemos! Ahora vamos con combate cuerpo a cuerpo. Recuerda, no contengas tus golpes, quiero ver todo tu potencial."

Mei lo miró con los ojos vacíos.

"…Mátame."

Aleph rió.

"¡Ja! ¡Eso es el espíritu! ¡Pero primero, tómate un descanso! No quiero que te desmayes antes de la parte divertida."

"Lo dices como si fuera a sobrevivir…"

Aleph se puso en cuclillas a su lado, con una sonrisa cálida.

"Me alegra mucho que estés dispuesta a entrenar conmigo. No muchas personas tienen el coraje para hacerlo. ¡Si sigues así, seguro que mejorarás en poco tiempo!"

"No es entrenamiento, imbécil, ¡Era una cita!"

"En serio, gracias por confiar en mí."

Mei lo miró.

Se veía tan honesto.

Tan sincero.

Tan malditamente estúpido y adorable.

Mei soltó un suspiro.

"No hay forma de que este tipo entienda lo que intentaba hacer."

Sin embargo… había una lección importante que aprender aquí.

Si Kiana era densa…

Aleph era un agujero negro de densidad.

...

El entrenamiento continuó.

Y, cuando finalmente terminó, Mei estaba en el suelo, derrotada.

Aleph, sin sospechar nada, le extendió la mano con una sonrisa.

"¡Buen trabajo! ¡Estoy seguro de que después de más entrenamiento, podrás volverte mucho más fuerte! ¡Cuando quieras repetirlo, dime!"

Mei no respondió.

Estaba en el suelo, su alma flotando fuera de su cuerpo.

Derrota absoluta.

...

Acto 3: La Cruzada de la Desesperación

"Ya basta."

Mei había fracasado dos veces.

Dos veces.

Esto era inaceptable.

Si el Plan Kiana y el Plan Aleph habían caído en la ruina, solo quedaba una opción.

"Los enfrentaré al mismo tiempo."

Este sería su as bajo la manga.

Su última carta.

Si lograba que ambos estuvieran juntos en una situación propicia para el romance, podría atacar desde dos frentes.

Kiana bajaría la guardia.

Aleph no tendría escapatoria.

Un golpe doble.

Un jaque mate perfecto.

Mei sonrió con confianza.

"No fallaré otra vez."

.....

EL PLAN MAESTRO

Mei ideó una estrategia perfecta.

1. Crear una situación donde Kiana y Aleph estén solos con ella.

Algo relajado, íntimo.

Sin interrupciones.

2. Activar su máximo encanto.

Ojos seductores.

Voz suave.

Pequeños "accidentes" estratégicos (como tropezar y caer en sus brazos).

3. Hacer que la vean como una mujer deseable.

"Esta vez, no fallaré."

....

Mei organizó una tarde de picnic en un parque cercano.

Un ambiente tranquilo.

Clima perfecto.

Nada que pudiera salir mal.

"Esto es imbatible."

Kiana y Aleph llegaron sin sospechar nada.

Aleph estiró los brazos con una sonrisa.

"¡Whoa! ¡Se siente bien estar al aire libre! Buen plan, Mei."

Kiana se rió.

"Sí, Mei-Mei siempre piensa en cosas increíbles."

Mei sonrió con confianza.

"Ja. Todo va según el plan."

El momento perfecto estaba por llegar…

Y entonces.

Todo se fue al infierno.

Mei había olvidado que pocos planes sobreviven al encuentro con el enemigo.

Justo cuando Mei iba a lanzar su primer ataque…

Bronya apareció.

"Saludos, plebeyos. Bronya ha detectado una actividad inusual y ha venido a investigarla."

Mei sintió un tic en el ojo.

"¿Por qué…? ¿Por qué ahora?"

Kiana sonrió.

"¡Bronya! ¡Ven, siéntate con nosotras!"

"¡No la invites, idiota!"

Pero Bronya ya estaba sacando una libreta.

"Bronya analizará esta situación."

Mei sintió que su tasa de éxito bajaba un 20%.

Mei intentó ignorar a Bronya y continuar con su plan.

"Aún hay oportunidad."

Se acercó a Aleph con una expresión suave.

"Aleph… ¿te gustaría—?"

PAFF.

Fu Hua cayó del cielo. Literalmente.

Mei parpadeó.

"...¿Qué?"

Aleph aplaudió.

"¡Buen aterrizaje, Hua!"

Fu Hua se levantó con calma.

"Disculpen la interrupción. Estoy en una misión de entrenamiento."

Mei sintió que su tasa de éxito bajaba un 50%.

Mei se rehusaba a rendirse.

Pero entonces…

Un escuadrón de valquirias llegó gritando.

"¡Señorita Raiden! ¡Tenemos preguntas que hacerle!"

Mei se congeló.

"Dios, no."

Aleph sonrió.

"¡Vamos, Mei! ¡Eres popular, eh!"

Mei sintió que su tasa de éxito bajaba un 90%.

*********

Mei, completamente derrotada, solo podía ver cómo todo su plan colapsaba.

Ya no tenía control.

El universo estaba en su contra.

Mei vio a Kiana y Aleph juntos.

Riendo.

Felices.

Aleph le pasaba comida a Kiana.

Kiana estaba en su regazo comiendo lo que él le daba, a veces también le dabauna palmada en la espalda mientras se burlaba de él.

Parecían… perfectamente cómodos.

Como si fueran.

"Una pareja feliz."

Mei sintió un dolor en el pecho.

Daño crítico.

"No."

"Esto no es lo que quería."

Pero…

Ya no había marcha atrás.

Había fallado.

**********

Acto 4 - El Último Intento: Plan "Mei, Reina del Harem"

"Ya basta."

Mei se negaba a aceptar la derrota.

Las tácticas sutiles habían fracasado.

Los planes cuidadosamente elaborados fueron arruinados.

Pero…

"Si no funciona con sigilo..."

"¡Entonces lo haré a lo GRANDE!"

La Operación Final comenzaba.

Misión: Paraíso perfecto.

Mei diseñó el plan definitivo.

Opción A: Un viaje a la playa.

Escenario ideal para el romance.

Trajes de baño estratégicos.

"Accidentes" con las olas, resbalones, salvamentos heroicos.

Opción B: Un festival de verano.

Kimonos hermosos.

Juegos nocturnos y luces románticas.

Besos bajo los fuegos artificiales.

Opción C: Una pijamada "casual".

Ambiente cercano e íntimo.

Kiana y Aleph confiados y relajados.

Y ella terminaría con una ventaja absoluta.

"No importa cuál elijan… Yo, ganaré."

.....

"¡Hey, chicos! ¿Qué les parece hacer algo divertido este fin de semana?"

Mei sonrió con seguridad.

Kiana y Aleph intercambiaron miradas.

"¿Como qué?" Preguntó Kiana.

Mei dio sus opciones con tono seductor.

"Podemos ir a la playa… o a un festival… o tener una noche de películas y juegos en mi habitación."

Aleph cruzó los brazos.

"Mmm…"

Kiana se rascó la cabeza.

"Bueno, lo de la playa suena genial, pero…"

Antes de que Mei pudiera celebrar, una voz interrumpió.

"¿Playa? ¡Qué coincidencia! Justo hoy planeamos una excursión con toda la academia."

Mei se congeló.

Se giró lentamente.

Theresa estaba ahí.

Y detrás de ella…

Todo el maldito cuerpo estudiantil.

"¡Será un viaje increíble!"

Mei sintió su plan caer en pedazos.

"No puede ser."

...

Mei esperaba un ambiente romántico.

Pero…

Kiana y Aleph no paraban de hacer desastres.

Aleph se peleó con un cangrejo.

Kiana fue arrastrada por una ola…

…y en vez de un rescate romántico, Aleph la usó como tabla de surf accidentalmente.

Peor aún.

"¡Mamá Mei, ayudaaaa!"

Las alumnas menores de la academia la rodearon para que las cuidara.

Mei miró a Aleph y Kiana divirtiéndose juntos…

Y sintió su corazón romperse otra vez.

...

"Al menos aún queda el festival..."

Pero el universo la odiaba.

Kiana y Aleph…

Se olvidaron del festival.

"¿Cómo se olvidan del maldito festival?"

Peor aún…

El único que sí asistió fue Otto.

Y cuando Mei lo vio.

Otto le guiñó un ojo.

"Suficiente."

"Me voy a mi casa."

...

Mei, destruida emocionalmente, preparó la pijamada.

"Si esto también falla, me rendire."

Kiana y Aleph llegaron sin sospechar nada.

Mei sonrió con falsa calma.

"Esto puede funcionar… si logro controlar la situación."

Pero entonces…

La puerta explotó

¡Y el resto de las chicas de la academia entraron!

"Bronya ha venido por invitación de Kiana."

Fu Hua entró mientras traía una bolsa con snacks

"Yo solo pasaba por aquí."

Himeko miro con deseo la botella que Aleph trataba de esconder sin mucho éxito.

"Escuché 'alcohol' y me interesó."

Durandal miraba a su alrededor con curiosidad.

"El deber de una capitana es vigilar a su equipo."

Mei se quedó paralizada.

Ya nada tenía sentido.

Pero la peor parte…

Fue cuando Mei vio a Aleph y Kiana juntos en el futón, sonriendo y abrazándose como los mejores amigos del mundo…

Su última esperanza murió.

.....

Acto 5 - La Rendición de la Emperatriz del Trueno

"A veces… el destino es cruel."

Mei yació en su habitación, mirando el techo con una expresión vacía.

Fracaso absoluto.

La playa: Arruinada.

El festival: Olvidado.

La pijamada: Un desastre total.

Nada había salido como lo planeó.

"Tal vez… realmente es imposible."

Quizás Kiana nunca la vería de la forma en que ella deseaba.

Quizás Aleph jamás notaría sus intenciones.

"El universo está en mi contra."

Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar su fantasía.

Ahhh sentada en el regazo de Aleph, abrazada por detrás con sus brazos fuertes y sobre su propio regazo una Kiana que actuaba de forma mimada... Bueno, más de lo normal.

Suspiró.

"Tal vez sea momento de aceptar la derrota..."

...

Durante los días siguientes, Mei se volvió un fantasma.

Pocas palabras.

Mirada vacía.

Suspiros constantes.

Kiana lo notó de inmediato.

"¿Le pasa algo a Mei-Mei?"

Aleph también lo notó.

"¿Habrá comido algo en mal estado?"

Ambos se preocuparon.

Y entonces… el destino le jugó la peor broma a Mei.

....

Una tarde, Mei estaba sola en el pasillo.

Su mente estaba perdida en pensamientos de derrota.

Entonces…

Kiana y Aleph aparecieron.

"¡Mei-Mei!"

Kiana la abrazó con fuerza, frotando su mejilla contra la suya.

"¡Te extrañé! ¿Por qué has estado tan callada últimamente?"

Aleph asintió, no parecía estar en su estado normal, desbordante de energía y en su lugar parecía lleno de preocupación.

"Sí. Hasta tu energía se siente más baja de lo normal. Si estás enferma, deberías decírnoslo."

Mei los miró en silencio.

Su corazón latía con fuerza.

"¿Por qué son tan malditamente lindos?"

"Mei-Mei siempre es tan buena con nosotros. Es como… ¡la persona más importante en nuestras vidas!"

"Sí. En cierto modo… eres como el pegamento que nos mantiene juntos."

Silencio.

Mei sintió como si le hubieran lanzado un ataque nuclear.

"P-Persona más importante…"

"Pegamento que los mantiene juntos…"

Su cara se puso completamente roja.

"¿Qué dijeron? ¿Qué fue eso?"

Su corazón estaba colapsando.

Se agarró el pecho, tambaleándose.

"No… no así."

"¿Por qué cuando ya me había rendido?"

"¿Por qué el universo hace esto? ¡Por qué!"

Mei colapsó emocionalmente.

Cayó de rodillas, sin poder responder.

Kiana y Aleph se preocuparon aún más.

"¡Mei! ¿Estás bien?"

"¿Te duele algo?"

Mei solo pudo asentir torpemente.

"Me rindo… por ahora."

Pero en el fondo de su corazón…

"Este no es el final."

"Puedo haber perdido la batalla…"

"¡Pero no la guerra!"

Eventualmente, algún día…

¡Haré que ambos caigan en mis manos!

*****

Esa misma noche, Mei se sentó en su cama, pensando en sus nuevas estrategias.

"Debo encontrar un nuevo enfoque…"

"No puedo rendirme todavía…"

Su teléfono vibró.

Era un mensaje de Kiana.

[Kiana: "Buenas noches, Mei-Mei! 😘 Te quiero mucho! 💖💖💖"]

Mei se quedó en blanco.

Luego su teléfono vibró otra vez.

[Aleph: "Yo también te quiero, Mei."]

Silencio.

Mei se desplomó boca abajo en la cama usando la almohada para cubrir su rostro.

"…Voy a morir."

FIN?

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