Cherreads

Infinite JoJo: Archive.exe

ZeonArkaluz
14
chs / week
The average realized release rate over the past 30 days is 14 chs / week.
--
NOT RATINGS
1.3k
Views
Synopsis
Reescribir el destino nunca fue tan sangriento. Jonathan Joestar fue siempre el caballero noble. El símbolo de la justicia. Hasta que un alma de otro mundo despertó dentro de él. Leo, un otaku desempleado que pasó cinco años analizando anime tras perderlo todo, muere trágicamente por un camión… y despierta en el cuerpo del mismísimo Jonathan. Pero no está solo. Dentro de él, un sistema oscuro susurra tentaciones: "Conoce el poder. Imítalo. Y si deseas dominarlo… mátalo." Con el conocimiento de cientos de héroes y villanos en su mente, Leo no pretende repetir la historia. Esta vez, no será el mártir. No será el tonto que muere joven. Esta vez, será el autor del guion. Para ello, deberá asesinar a los más grandes personajes de todos los universos… y absorberlos. Su objetivo final: un Stand que lo convierta en Dios del multiverso. Dio no es el único monstruo en esta historia. Y esta vez, Jonathan no será el héroe.
VIEW MORE

Chapter 1 - Capítulo 1: No soy Jonathan Joestar

Dolor de cabeza.

Un destello blanco.

Luego… silencio.

Una brisa suave acariciaba su rostro. Percibía algo blando bajo su cuerpo, y un aroma floral que no le era familiar. Abrió los ojos con lentitud. El techo era alto, blanco, ornamentado. Cortinas rojas. Lámparas de aceite. Muebles antiguos. ¿Dónde estaba?

Se sentó de golpe. Sus manos eran blancas, grandes… jóvenes. Sus brazos marcaban músculo, pese a su aparente juventud. Se levantó y corrió al espejo más cercano.

Un rostro que no era el suyo lo observaba.

Cabello castaño claro. Ojos azules. Pómulos firmes. Mandíbula definida.

Era bello. Casi inhumano.

—¿Qué mierda es esto…? —susurró. Su voz era más grave, más limpia.

Entonces, como un cuchillo en la mente, los recuerdos volvieron en ráfagas.

Oficina. Despido. Cinco años tirados viendo anime, comiendo ramen, discutiendo teorías de poder en foros.

Camión. Gato. Muerte.

Y entonces…

> \[Iniciando sistema. Cuerpo anfitrión detectado: Joestar, Jonathan. Edad: 12 años.]

> \[Sistema Archive.exe instalado correctamente. Estado del alma: Compatible.]

Leo —porque así se llamaba antes de esto— dejó de respirar por un momento.

Se llevó la mano al pecho. El corazón latía. Estaba vivo.

Y si el sistema decía la verdad… entonces estaba en el cuerpo de Jonathan Joestar. El Jonathan original.

Antes de Dio.

Antes de Zeppeli.

Antes de que el mundo se volviera bizarro.

—¿Esto es real…? —abrió el menú mental sin pensarlo.

Una interfaz semitransparente flotó frente a sus ojos como una HUD invisible:

《Archive.exe》 – Modo Explorador

• Usuario: Leonardo E. \[Fusionado con: Jonathan Joestar]

• Edad: 12

• Comprensión narrativa acumulada: 1,324 personajes

• Archivos escaneados:

* Guts (61%)

* Gojo Satoru (76%)

* Madara Uchiha (92%)

* DIO Brando (98%) ← En proceso...

 • Poderes disponibles: limitado

 • Modo Dominio: BLOQUEADO

 • Archivo completo requiere eliminación del original.

Leo tragó saliva.

—¿Tengo que… matar a los originales para tener su poder completo? —murmuró.

> \[Confirmado. Solo el autor merece el manuscrito completo.]

Una sonrisa torcida cruzó su rostro. No era la de Jonathan.

—Qué… jodidamente interesante.

La puerta de la habitación se abrió. Una mujer de edad media, con uniforme de sirvienta, asomó la cabeza.

—¿Joven amo? El carruaje ha llegado. El nuevo huésped del señor George Joestar viene en camino. Su nombre es… Dio Brando.

Leo se giró lentamente.

Dio Brando.

El nombre hizo eco como un disparo.

Él lo conocía. Lo había analizado. Admirado. Odiado.

Sabía cada paso que iba a dar. Sabía cómo y cuándo traicionaría.

Y ahora... podía verlo desde el inicio.

Sonrió con frialdad.

—Perfecto. Enséñame a este "huésped". Estoy ansioso por conocerlo.

> \[Archivo "DIO BRANDO" actualizado a 99%]

> \[Condición de desbloqueo: Eliminar variante primaria.]

> \[Alerta: Poder total "The World" disponible si se logra eliminación antes de la Máscara de Piedra.]

Leo cerró el menú. Se ajustó la ropa y caminó hacia la entrada de la mansión. Su nuevo cuerpo irradiaba fuerza. Su mente, ambición.

Y frente a él, un nuevo mundo se abría. Uno que ya no seguiría el guion original.

Porque ahora, Jonathan Joestar tenía autor propio.