Cherreads

Chapter 3 - Hambre de Sobrevivir

Amanecer en el castillo...

Los rayos dorados del sol bañaban los ventanales del lujoso castillo.Los héroes se despertaban en camas enormes, suaves como nubes.

—¡Qué bien dormí! —exclamó Renji Kurosawa, estirándose con un bostezo.

—Hoy empieza el entrenamiento real. ¿Están listos? —dijo Souta Arisawa, sonriendo mientras amarraba su capa al hombro.

Aria, una maga recién nombrada su compañera, sonrió dulcemente mientras le ofrecía una manzana roja como la sangre.

—Con ustedes el futuro del reino está asegurado —dijo el instructor, un espadachín veterano, al entrar en el salón.Su voz grave y respetuosa hacía temblar de emoción a los jóvenes héroes.

Todo era perfecto.

Sonrisas.Confianza.Esperanza.

Mientras tanto, en el bosque maldito...

Haruya Ryūzaki dormía entre el barro seco, con un ojo entreabierto.Su mente, incluso dormida, seguía planeando rutas de escape.Su cuerpo estaba tenso, como un resorte a punto de estallar.

—Algo se acerca...

El crujido de pasos monstruosos lo sacó de su duermevela.Se incorporó de inmediato, su cuerpo ya condicionado al peligro absoluto.

Y entonces vio algo que le dio una ínfima chispa de esperanza:

¡Varias habilidades han subido de nivel!

Reflejos Instintivos (Nv.2): Velocidad de esquiva aumentada.

Adaptación Progresiva (Nv.2): Adaptabilidad física más rápida.

Regeneración Lenta (Nv.2): Cura heridas medianas.

Voluntad Inquebrantable (Nv.2): Mayor resistencia al miedo y dolor.

Era más fuerte.Más rápido.Más resistente.

Su corazón bombeó una chispa de vida entre tanta muerte.

"¡Esta vez escaparé!"

Haruya ideó planes geniales, como sólo alguien desesperadamente inteligente podría hacer:

Tender trampas de raíces reforzadas mágicamente.

Distraer con ilusiones sensoriales mejoradas.

Esconder su presencia usando flujo mágico mínimo.

Pero...

Todo fue inútil.

Los monstruos eran peores de lo que cualquier anime o novela podría haberle mostrado jamás.

Gigantes deformes cubiertos de bocas.Criaturas esqueléticas que caminaban al revés.Espíritus rastreros que susurraban muerte al oído.

"¿Qué clase de infierno es este?"

Y entonces volvió.

El Caballero Corrupto, tan imponente como la última vez, atravesó la niebla.

Su espada serrada vibraba como si ansiara desgarrar carne fresca.

Haruya, ahora mejorado, ideó un ataque para neutralizarlo usando Transferencia de Energía Cinética combinada con un golpe ilusorio elemental.

Casi lo logró.

Casi.

La espada negra cortó el aire...

...y arrancó su brazo derecho de un tajo brutal.

El dolor no era solo físico.

Era como si parte de su alma hubiera sido arrancada junto al brazo.

Su equilibrio colapsó.Su sangre, caliente y pegajosa, empapó el suelo.Su mente quiso gritar, pero su garganta sólo soltó un gemido animal.

Sentía el hueco, la ausencia.Sentía el aire frío donde antes había piel, hueso y músculo.

Un abismo se abrió dentro de él.Un vacío absoluto.

"¡No! ¡No! ¡Mi brazo... mi brazo...!"

La desesperación nublaba su razón.

Cuando el Caballero alzó nuevamente su espada, una chispa de habilidad se encendió:

Reflejos Instintivos (Nv.2) activado.

Esquivó por un pelo.

Pero el Caballero era demasiado rápido.

De un movimiento giratorio, le cortó la pierna izquierda, haciéndolo caer como un muñeco roto.

El dolor superó todo lo humano.

Haruya gritó, chilló, lloró.

Lo colgaron de un árbol como un trofeo roto.Los monstruos lo mutilaban lentamente, saboreando cada instante de su sufrimiento.

Cada segundo era un nuevo infierno, peor que el anterior.

¿Cuánto dolor podía soportar un ser humano antes de romperse?

Diez minutos después...

Un rayo de calor asqueroso invadió su cadáver mutilado.

¡[Resurrección Diaria] ha subido a Nivel 3!

Haruya despertó.

Pero no con alivio.No con alegría.

Despertó envuelto en asco, náuseas, dolor fantasma, y un terror primario que no podía controlar.

Su mente crujió al borde de la locura.

Pero no se rompió.

—Tengo... que pensar... —susurró entre lágrimas secas.

Analizó todo:

Tuvo más tiempo de reacción esta vez.

Su esquiva había mejorado.

Su adaptabilidad ya era real.

Cada muerte lo hacía más fuerte.Cada resurrección lo acercaba un paso más a la libertad.

No pelearía.No ganaría.Escaparía.

Ese era su único objetivo.

Mientras tanto, en el castillo...

El entrenamiento de los héroes iba viento en popa.

—¡Postura! ¡Ataquen como si su vida dependiera de ello! —rugía el instructor espadachín.

Renji, Souta y los demás sudaban y reían, entre bromas y choques de espadas.

—¡Hoy mejoraste mucho! —dijo Aria sonriendo a Souta.

—Y mañana seré aún mejor —respondió este, limpiándose el sudor con orgullo.

Terminaron la jornada agotados, pero felices.

Cuerpos sanos, corazones llenos de esperanza.

Caminaban hacia los baños termales, riendo sobre quién sería el "héroe más guapo".

El aroma de la cena llenaba el castillo:Asados, estofados humeantes, dulces recién horneados, vino de uvas encantadas.

Una fiesta les esperaba.

Mientras tanto, en el bosque...

Haruya apoyó su espalda contra un tronco podrido.

Sus tripas crujían de hambre, como un animal salvaje.

Sus labios resecos sólo murmuraron:

"Tengo... hambre..."

"Tengo... mucha hambre..."

Miró su brazo regenerado, su pierna remendada.Sintió el vacío en su estómago, en su alma, en su humanidad.

Y supo que mañana sería aún peor.

Pero no iba a rendirse.

No podía.

More Chapters