El amanecer se asomaba tímidamente entre el humo de la destrucción. Los edificios en ruinas, las calles llenas de escombros y el silencio tenso eran testigos de la feroz batalla que había ocurrido. Pero algo había cambiado: la humanidad ya no estaba completamente indefensa.
Las cámaras de noticias no tardaron en captar las imágenes. Videos y transmisiones en vivo se difundieron por todo el mundo, mostrando a los cinco guerreros enfrentándose a los invasores con un poder que nadie había visto antes.
Las redes explotan
Los foros, redes sociales y noticieros se inundaron con preguntas y teorías.
—¡¿Vieron eso?! ¡Parecían los Power Rangers!—No, no, no. Eran más como los Super Sentai.—No importa lo que sean, ¡nos están defendiendo!—¿Pero quiénes son? ¿De dónde salió esa tecnología?—¿Son humanos… o algo más?
Algunos los llamaban "Los Nuevos Héroes de la Tierra", otros simplemente "Los Enmascarados". Las teorías sobre su origen crecían por todo internet. Algunos pensaban que eran agentes del gobierno, otros que eran seres de otro mundo.
Pero más allá de las especulaciones, había una emoción predominante: esperanza.
Reacciones del Gobierno
En los altos mandos de las naciones, la aparición de estos héroes no pasó desapercibida.
—Señor Presidente, estos sujetos parecen ser la única defensa efectiva contra los invasores. ¿Deberíamos intentar contactarlos?
—¿Y cómo lo haremos? Ni siquiera sabemos quiénes son.
Algunos gobiernos los consideraban aliados, pero otros los veían con desconfianza. ¿Y si no eran diferentes a los invasores? ¿Y si su poder podía volverse en contra de la humanidad?
Las primeras órdenes fueron claras: observar y analizar. Hasta que se supiera más sobre ellos, no se tomaría ninguna acción directa.
Pero no todos pensaban igual. En secreto, algunas agencias gubernamentales ya habían empezado a rastrear los rastros de energía de sus transformaciones…
El impacto en la gente común
Para los sobrevivientes, los héroes eran su única esperanza. Después de días de desesperación, por primera vez sintieron que podían luchar.
Un niño, de no más de ocho años, miraba su tableta una y otra vez, viendo la repetición de la batalla.
—Mamá… ¡Quiero ser como ellos!
En un refugio improvisado, un anciano sonrió mientras observaba la pantalla.
—Hace mucho que no veía algo así… me recuerdan a los viejos tiempos.
Algunas personas comenzaron a usar insignias con los colores de los héroes. Otros empezaron a llamar a sus grupos de resistencia como ellos. En diferentes partes del mundo, la gente comenzaba a resistir, armándose con lo que podía, apoyándose unos a otros.
Pero, aunque la esperanza se encendía, también lo hacía el miedo.
En el lado más oscuro de la sociedad, surgieron cultos y teorías apocalípticas. Algunos decían que los héroes eran heraldos de un destino peor. Que su llegada significaba el inicio del fin.
La humanidad estaba dividida entre el miedo y la fe.
El equipo observa la reacción del mundo
En una azotea, Kevin y su equipo observaban la ciudad. No llevaban sus trajes, pero en sus muñecas aún tenían sus decks de cartas.
—Nos convertimos en héroes de la noche a la mañana… —dijo Ren, cruzado de brazos.
—Bueno, al menos nos ven como algo bueno. —Dante sonrió mientras revisaba su teléfono. —Miren esto, ya tenemos memes.
Aya rodó los ojos.
—Lo que me preocupa es cuánto tiempo durará esa confianza.
Kevin guardó silencio, mirando la ciudad.
—No peleamos por fama o por reconocimiento —dijo finalmente—. Lo hacemos porque es lo correcto.
Iris asintió.
—Y porque nadie más puede hacerlo.
Los cinco intercambiaron miradas. Sabían que el camino que habían tomado no tenía marcha atrás. No podían dejar que el miedo o la presión del mundo los detuviera.
Porque la guerra apenas comenzaba.