Capítulo 14
"mi señor Arkon ¿Cuáles son sus órdenes?" pregunto un capitán de los tantos regimientos de los mirmidones.
"ayudaremos a Belegar en dos frentes, iremos a sus ciudades asediadas mientras que el resto atacarán por el este cuando reciban la orden, les construiré un pasaje al inframundo para que reciban las instrucciones inmediatamente, mientras tanto elige varios regimientos para mantener el orden en la provincia." Dijo Arkon mientras despedía al mirmidón de sus aposentos.
"también estos son los nombres de las ciudades conquistadas y dirigidas por estos héroes, en la provincia donde está micenas dirigida por Ulises, serán llamadas Corinto gobernada por Quirón, la otra ciudad portuaria será Eretria, manejada por Aquiles, al lado de corinto será Tasos, quien estará ahí será Atalanta, al lado de Megara será Atenas, su jefa será Hipólita y por último Cnossos a cargo de Hércules."
Dijo Arkon tachando los antiguos nombres de estas ciudades conquistadas tal como lo hizo con las anteriores, debajo de sus nombres están sus gobernantes.
Sin embargo, Aquiles irá al este para ayudar a Arkon a atacar en frentes contra los skavens, en su lugar Ulises ira a Eretria debido a que hubo un ataque skaven, pero ahora estarán preparados tanto con artillería de proyectiles como de lanzadores de fuego, sin embargo, debido a la tecnología especial de Grecia, cada proyectil lanzado será inmediatamente prendido fuego debido a la tecnología de brea de Grecia.
Un material ignifugo hecho especialmente para cada flecha y virote, incluso las flechas de caza de los aldeanos se prenderían fuego en el momento que fueron disparados.
Arkon que estaba subido en Rexes y estaba yendo a una de las ciudades asediadas de Belegar, cerca de Cnossos y Atenas, vio como un gran ejercito iba al pasaje del inframundo, infantería de elite y común, regimientos y grupos de bestias míticas, artillería creada a partir de los regalos enanos y la propia de Grecia.
Y sintiendo a alguien al lado suyo vio a los últimos tres héroes de la edad mítica, Perseo quien tenía una armadura plateada de arriba abajo, un casco espartano de cresta azul subido a un gran león de nemea, llevando de armas una espada de acero y un escudo redondo que cubría por completo su cuerpo, y en su cintura una bolsa de piel que dentro estaba la cabeza de medusa, una de las tres gorgonas.
Al lado de él estaba Belerofonte, un héroe que poseía una armadura completa pero ligera en todo su cuerpo, en su cabeza estaba un casco parecido al de Hermes, mensajero de los dioses, en el lado de las sienes había un ala en cada lado de color blanco, él estaba montado sobre El pegaso, el caballo indomable y este tenía una brida dorada.
Y a lo lejos vio a Polifemo, el héroe ciclope que tenía la armadura común de los ciclopes ancestrales, pero de arma llevaba una maza dentada y un escudo redondeado como una gema lo suficientemente grande para proteger por completo su tren superior y en sus hombros estaba colgada una correa que era una honda como ataque a distancia.
Él asintió a los tres, y junto con ellos fueron al pasaje del inframundo.
El calor de erebo era diez veces peor que el de las tierras baldías pero debido a la bendición de Víctor Securis nunca sufrieron de las temperaturas extremas y esta bendición solo era para el plano mortal, aquí esta tierra de fuego y sombras era muy común ver morir alguien debido a la deshidratación.
Al frente de la línea, un regimiento de mirmidones guiaba al ejército a la vez que eran guiados por las sombras del erebo, pronto llegaron al pasaje del inframundo de la ciudad del vasto territorio del clan Angrund, que después de meses y junto con la ayuda de un clan enano vecino de Karak ocho picos, pudieron tener una base fuerte y conquistar las ciudades circundantes.
Él hacía mucho tiempo que había enviado una carta de que iría personalmente a ayudar a Belegar en el sur, al llegar vieron una rica tanto en cultura como en costumbres enanas y eso solo en la zona militar de esta ciudad que había reclutado de forma continua a demás enanos dejando a los jóvenes de lado como guarnición de emergencia.
La artillería de diferentes tipos, el olor a hollín, pólvora, aceite, carbón, metal, sudor, sangre, todo era algo muy común en las zonas militares enanas, algunos olores predominaban más que otros, pronto salieron de la zona militar y fueron hacia las puertas que seguramente vio mejores días, el constante ataque de artillería de piedra bruja la habían hecho mella.
Pero ahora todo cambiaria, el ejército de Arkon fue directo hacia las afueras de la ciudad, y junto la de ellos estaba un gran ejercito enano dirigido por un enano ingeniero en jefe, era el gobernante de esta ciudad, él parado hacia un gran contraste con su rifle de larga distancia y Arkon observando bien noto algo en su arma.
Eran las armas que les había regalado al clan Angrund, él por dentro pensó que deberían tardar meses de hacer al menos un prototipo, pero solo tardaron un mes y algo, Arkon montado sobre Rexes se acercó al enano ingeniero, se bajó de este y se presentó.
"saludos amigo, soy Arkon rey de Grecia e iré personalmente contigo a pelear la amenaza skaven, por lo que se de las dos otras ciudades es que no son objetivo prioritario de las ratas, pero pueden parecer que no para sacarnos de la ciudad de aquí y atacar a la ciudad del lado de occidente de la provincia." Dijo Arkon saludándolo con las costumbres griegas.
El enano ingeniero llamado Torrball, vio al joven humano enfrente de él, una armadura intrincada incluso para él, compleja y muy bien hecha debido como estaban unidas las secciones de la armadura sin que sea ruidosa o molesto de andar, pero no solo eso su montura que por lo que sabía de los soldados aliados, era el rey de los leones dorados.
Incluso pensó que esas quimeras que rondaban cerca de la ciudad que si reunían y peleaban con este león aun así perderían de forma decisiva, y su jinete era otra cosa diferente, parecía indiferente casi como un autómata sin emoción, pero su voz era algo inconfundible, llena de arrogancia, seguridad y seriedad.
"saludos joven Rey Arkon, soy Torrball un jefe ingeniero a cargo de esta ciudad, este es el plan señor Arkon, primeramente, sacaremos a los skavens de la provincia en su totalidad tanto en la superficie como en los túneles nuestros, desde ahí comenzaron a guardar fuerzas y cuando menos se lo esperen, haremos ataques concentrados con en las dos ciudades de la provincia de abajo.
Por lo que sabemos, el occidente de esta provincia está el clan Mors y su líder Queek, toma cabezas, un skaven de armadura roja con pelaje gris y que porta los cráneos de sus enemigos, y con lo poco que tenemos entendido él monta un horror de cría gigante incluso entre ellas, pero él nunca está solo, su ejército es de al menos unas cincuenta mil e incluso más tropas." Dijo el Torrball sacando y mostrando el mapa a Arkon.
"esto es diferente, en Eretria cuando estaba conquistando las tierras baldías de occidente, fue atacada por al menos diez mil skavens y entre ellos gran parte eran de elite, Cnossos también fue atacada por este ejército de elite, por lo que entiendo si no me equivoco, es que el valle de la muerte fue conquistado por el clan Mors, entonces no solo Eretria y Cnossos serán atacados.
Tasos, Corinto e incluso Atenas podrían ser atacados en cualquier momento, pero si atacamos las dos ciudades con mucho fuego y en poco tiempo, no solo la ciudad origen de los Mors vendrá, sino que las tres ciudades del valle de la muerte vendrán, ahí es donde Eretria, Tasos y Cnossos atacaran esas ciudades siendo apoyadas por Atenas, corinto, micenas junto el resto de mis ciudades.
No solo eso, también mandare a los colosos a esta provincia debido a que pueden detectar la corrupción y también al valle de la muerte, el norte no hay que preocuparse, sus aliados podrán controlarlo, pero ese clan skaven desconocido en cualquier momento atacara tanto su frontera norte como la mía, pero el clan Mors es prioridad.
Cuando conquistemos estas ciudades tendrán prioridad en construir un pasaje al inframundo para que vengan refuerzos tanto recursos materiales como humanos, pero debemos tener cuidado de los skavens son escurridizos y al parecer pueden comunicarse con el resto de clanes con facilidad, el clan Skryre es conocido por su tecnología de piedra bruja incluso llegando a sus estándares en armas de fuego." Dijo Arkon señalando continuamente el mapa mientras le mostraba las ciudades que el conquisto.
"pero debido a sus regalos su alteza, nuestra visión de las armas cambio, este wínchester de largo alcance como esta barredora de trincheras como dice usted y esta magnum 500 calibre cincuenta, hizo que pensáramos a mayores tanto tecnológicamente como a futuro, estos planos fueron enviados solamente a los enanos por el momento, hasta que todas las armas de los enanos de las diferentes facciones y clanes cambien, mantendremos esta información.
Poco después se las compartiremos a nuestros aliados, pero seguramente los altos elfos y silvanos no les llamara la atención. Cambiando de tema su alteza, no tiene… hmm… ¿otro tipo de montura para los enanos?" dijo la última parte susurrando mientras se tapaba la boca.
"por ahora no, pero creo que el norte seria lo mejor, tiene osos y carneros donde pueden domesticarlos y entrenarlos para la guerra a no ser que inventen una máquina de guerra móvil, lo único que puedo ofrecer son caballos, pegasos y leones… ¿los burros les pueden servir?" dijo recordando los burros que traían las mercancías en sus espaldas sin darse cuenta del peso que cargaban.
"burros… esto es algo personal su alteza, pero si puede consígame uno, lo probare personalmente y si lo veo factible, toda la movilidad enana cambiara de arriba abajo." Dijo el jefe ingeniero.
Poco después de unas bromas y consultas, el ejército comenzó a moverse a las fronteras de la provincia, las otras dos ciudades habían recibido sus refuerzos griegos, estos salieron de las ciudades y comenzaron a rastrear la presencia skaven, de donde estaba estacionado su campamento donde envían incansablemente ataques tanto en el día como en la noche.
Pero algo tenían claro, es que los ataques siempre venían del sur, es decir, la frontera de esta provincia y la otra, la ciudad de occidente tenía según el mapa, la ciudad origen del clan Mors por lo que no deberían de ser tan ofensivos y constantes sus ataques, pero estos se volverían cada vez menos frecuentes según el plan de Torrball y Arkon.
En la ciudad donde Arkon salió, primeramente, fueron hacia al sur con paso ligero, un terreno montañoso con vientos afilados y fríos por las noches, pero de la nada el viento trajo un olor horrible y putrefacto que solo los leones pudieron reconocer, al instante estos se levantaron y cada uno de sus jinetes solo tardaron un segundo en subirse a ellos.
El ejército griego se levantó al ver a sus compañeros de batalla y los enanos fueron más de lo mismo, todos vieron como los leones por si solos fueron hacia al este, cada uno de ellos movían sus orejas de un lado a otro, pero solo uno los oyó con claridad y su ubicación aproximada, Rexes se quedó mirando un punto fijo al este, montañas más adentro, una defensa natural de las tres ciudades, pero sus oponentes no eran comunes.
La artillería enana y griega fueron rápidos y comenzaron a disparar proyectiles incendiarios para tener más visión en la noche, los chorros de fuego tanto enano hecho de aceites y demás junto con la brea griega se podían mantener incluso en el peor invierno del norte.
Después de un rato, vieron como una sombra negra comenzó a expandirse tanto en profundidad como de ancho, y antes de Torrball pudiera dar órdenes, el ejército griego había formado en un segundo, los hoplitas especializados en detener cargas impetuosas como estas, y ahora con las nuevas tecnologías como sus armaduras, que solo estaban hechas para los campeones y sus armas de acero puro e imbuidas en magia de forma constante.
Las armaduras doradas y detalles azules comenzaron a deslumbrarse con las pocas luces que habían, y por suerte Arkon había traído un ejército lo suficientemente grande para por los menos crear un buen muro de escudos, detrás de los hoplitas estaban los hipaspistas para ayudarlos a traer de vuelta las lanzas, pero cuando la carga fuera detenida en seco, los mirmidones serían los primeros en saltar sobre sus compañeros.
La infantería de proyectil tanto humana como bestias míticas, comenzaron a preparar sus púas, flechas y armas de fuego, los onagros, los cañones griegos y su variante de órgano, la cabeza de dragón no hacía falta que la calibren para un disparo certero, sino que solo tenían que matar ratas u objetivos grandes como abominaciones y entre otras bestias.
La caballería aérea se preparó en un instante y se fueron montaña arriba para que esta les defienda de los posibles ataques de las ratas y sus ataques basados en piedra bruja, la caballería pesada como hippikon y hetairoi junto con sus grandes leones de nemea solo estaban esperando el momento justo para cargar.
Las bestias míticas como minotauros toro, ciclopes ancestrales, quimeras e hidras esperaban la señal del joven rey.
Pero Torrball tampoco se quedó corto.
Los rompedores de hierro formaron junto con los hoplitas haciendo un muro de al menos tres escudos de alto, pero no fueron solo eso, debido al regalo precioso del rey de Grecia, ellos tenían una magnum 500 en sus cinturas, pero con solo dos cargadores, es decir, doce balas de enormes potencias, en total dieciocho balas.
Detrás de ellos estaban los martilladores, los enanos más grandes entre los suyos quienes portaban grandes martillos de guerra de acero desde su mango hasta la cabeza donde rompen armaduras de un solo golpe, pero ellos tenían armas diferentes, tenían la barredora de trincheras, pero con un cañón mucho más corto.
Pero ellos modificaron el arma para hacerla más grande al igual que sus municiones, estas tenían dos tipos, de un solo objetivo o de múltiples objetivos, sea cual sea podían cargar cinco cartuchos y en sus personas poseían al menos quince cartuchos más.
Entre ellos estaban las barbas largas, que no hacía falta de imaginar del porqué de su nombre, estos poseen un hacha de una mano y un escudo cometa que cubría por completo su cuerpo, estos tenían la misma arma que los rompedores de hierro.
Junto con ellos estaban sus hermanos mineros no solo para minar y excavar para ir bajo tierra, sino que sus minas explosivas eran cruciales para los combates contra enemigos numerosos como los skavens o como en lugares cerrados como ciudades, puentes, estrechos y demás.
En infantería de proyectil tenían a los dracos hierros quienes portaban lanzallamas que hacían enormes daños al enemigo aniquilando todo un regimiento por si solos, pero si alrededor de este había aliados ellos también serian quemados vivos, también había regimientos de draco hierro con torpedos.
Los regimientos llamados truenos por sus congéneres eran enanos con mucha cota de malla y cuero, pero no utilizaban armaduras de acero, estos poseían los rifles de repetición de Arkon o mejor conocidos como wínchester con una capacidad de veinte disparos y como sería una campaña larga, estos numerosos regimientos trajeron munición a mansalva y debido a que estaban acostumbrados por sus anteriores rifles, solo les tomó poco tiempo dominarlos.
No solo eso, su nuevo rifle de repetición había aumentado su distancia de ataque, su alcance máximo era de quinientos metros, y su disparo certero y cuales podían confirmar dentro de los cuatrocientos metros para abajo, desde esa marca sería una muerte más que confirmada.
Como máquinas de guerra tenían los girocopteros comunes aquellos que solo tiraban bombas, luego estaban los que tenían lanzallamas tanto en el lado del piloto como los cuatro tripulantes que eran de los dracos hierros, después estaban los bombarderos que poseían a enanos con ametralladoras que lanzaban bombas de gran poder.
De artillería estaban lanzadores del rencor, los cañones comunes, los cañones órganos, cañones de llamas y los lanzadores de pernos.
Arkon vio como Torrball agarraba firmemente su arma mientras sentía el olor a sudor del nerviosismo, a su lado estaba Perseo quien tenía una mirada seria con su espada en mano y su escudo preparado para protegerlo de proyectiles, Belerofonte y Polifemo fueron a las otras dos ciudades debido a que eran los más poderosos que tenía en su arsenal de generales aparte de Hércules y Aquiles.
Aunque el cercenador de medusa era fuerte, su habilidad especial o movimiento era sacar la cabeza de medusa quien seguía viva a pesar de estar separada de su cuerpo.
Gracias al viento, el ejercito enano y el ejercito griego pudieron escuchar los chirridos de las ratas, los rugidos de las ratas ogros y las abominaciones e incluso vieron los destellos de la maquinaria de piedra bruja como las catapultas de garra de plaga y los cañones de rayos de disformidad.
Torrball miro al joven rey, pero este de su mano derecha comenzaron a salir arcos eléctricos brillantes al igual que niebla oscura y este como si estuviera arrojando una lanza, apunto al cielo en dirección a los skavens, todos escucharon el retumbar de los truenos y en un instante comenzó a llover y antes de que pudieran pensar, cientos y cientos de rayos comenzaron.
Todos vieron como la montaña y la tierra comenzaban alumbrarse debido a los rayos.
Estos no mataban de forma individual, sino de más de cuatro ratas por impacto, llegando a matar miles de ratas y sus bestias, pero aun así no era suficiente, parece que estas muertes no afectaron su marcha o sus números, o eso es lo que pensaban en conjunto los skavens debido a que nuevamente Arkon lanzó la tormenta.
Faltaban unos dos kilómetros para que llegaran y Arkon aprovecharía para reducir sus números de forma continua, el costo del poder divino de Hera había vuelto a su coste original y cada vez que lo usaba solo aumentaba un poco y con once ciudades reuniendo favor divino, podía pagar el precio de forma continua.